“Más que la invención del fuego, lo que realmente nos hizo humanos fue aprender a utilizarlo para cocinar”. Con esta afirmación, la académica de
En el marco del aniversario número 43 de
La investigación de Herculano-Houzel aborda la relación entre el tamaño del cuerpo y el número de neuronas de los
primates y estableció
que las dimensiones del cuerpo están en directa relación con lo que tienen que consumir. En ese contexto, los seres
humanos son los primates con el cerebro más grande y con la mayor cantidad de neuronas (86 mil
millones), a pesar de no tener el cuerpo más grande de todos. Así, la investigación de Herculano profundiza en el hecho de que los seres
humanos son la única
especie que se cocina sus alimentos. Homo erectus habría surgido hace unos dos millones de años, como resultado de esta característica única.
El acto de cocinar habría presentado un profundo efecto evolutivo, ya que aumentó la eficiencia alimentaria que permitió a los ancestros humanos pasar menos tiempo alimentándose, masticando y digiriendo. De esta forma dispuso de más tiempo de ocio para realizar actividades conductuales que habrían favorecido el despliegue de habilidades cognitivas y por ende del desarrollo de la corteza cerebral.
El acto de cocinar habría presentado un profundo efecto evolutivo, ya que aumentó la eficiencia alimentaria que permitió a los ancestros humanos pasar menos tiempo alimentándose, masticando y digiriendo. De esta forma dispuso de más tiempo de ocio para realizar actividades conductuales que habrían favorecido el despliegue de habilidades cognitivas y por ende del desarrollo de la corteza cerebral.
Herculano- Houzel es becaria de
http://noticiasdelaciencia.com/not/8761/la_relevancia_del_acto_de_cocinar_en_la_evolucion_del_cerebro_humano/
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