domingo, 9 de febrero de 2014

Emplean la fórmula de un producto antiarrugas en regenerar cartílago

Desde hace casi 40 años Grupo Aspid se dedica a la formulación de productos cosméticos, y hace algunos años irrumpió con éxito al área farmacéutica gracias a que uno de sus productos demostró una elevada eficacia en el tratamiento de la osteoartrosis (daño progresivo del cartílago de las articulaciones).

El producto evita el reemplazo articular y el dolor en pacientes con dicho padecimiento hasta en 80 por ciento, ya que regenera el cartílago y tejidos dérmicos sin causar efectos adversos, resalta el doctor Edgar Krötzsch, jefe del Laboratorio de Tejido Conjuntivo del Instituto Nacional de Rehabilitación y asesor de Grupo Aspid, en México.

Se trata de una composición a base de colágena y polivinilpirrolidona ideada y patentada por la ingeniera Nantzin Martínez, fundadora de la compañía. La primera sustancia se obtiene de la piel del cerdo, en tanto la segunda es un polímero soluble en agua que potencializa los efectos de la fórmula.

“En un principio, el producto fue categorizado como un cicatrizante y fibrolítico, para posteriormente demostrarse que trabaja como modulador de la respuesta inflamatoria, lo que se ha explotado al ser eficaz en la regeneración del cartílago y en el tratamiento de escleroderma localizada (endurecimiento de la piel), quemaduras y úlceras”, refiere el investigador.

Asimismo, agrega, combinado con perhidroescualeno, emoliente que se incorpora con facilidad a la piel y que es un vehículo privilegiado de transferencia de principios activos cosméticos, se empleó para rellenar vía intracutánea surcos y arrugas en la piel sin generar reacciones negativas ni rechazo.

[Img #18050]
Osteoporosis. (Foto: DICYT)


La innovación se ha convertido en un signo de identidad de la industria cosmética y, de acuerdo con el doctor Krötzsch, Grupo Aspid se ha mantenido en esa tendencia al ser una empresa innovadora con patentes a nivel internacional basadas en investigación propia y una fuerte presencia en el mercado nacional. Cuenta con la asesoría continua de dermatólogos, químicos, biólogos, cirujanos plásticos y clínicas profesionales dedicadas al cuidado de la piel.

Desde su fundación, la firma ha sido reconocida en los ámbitos académicos y científicos del país. “Además es pionera en la utilización de principios activos como la colágena, el retinol y la coenzima Q 10 (antioxidante)”, indica el especialista.

Todo producto cosmético no sólo debe cumplir las expectativas del usuario, sino estar sujeto a una rígida normativa que prohíbe el uso de sustancias que pudieran resultar dañinas. De ahí que cada ingrediente y la combinación de los mismos sean sometidos a diferentes pruebas y ensayos clínicos a fin de comprobar científicamente su inocuidad.

Por ello, el Grupo se ha vinculado con reconocidos institutos, como el de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, el de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, entre otros. (Fuente: AGENCIA ID/DICYT)
http://noticiasdelaciencia.com/not/9474/emplean_la_formula_de_un_producto_antiarrugas_en_regenerar_cartilago/

El origen de los priones, cómo se crean las semillas de la Enfermedad de las Vacas Locas

Los priones (partículas infecciosas de naturaleza proteica) se producen cuando ciertas proteínas normales adquieren una conformación inadecuada (por un plegamiento indebido) y pasan entonces a causar enfermedades neurodegenerativas incurables. Cuando estas proteínas se encuentran plegadas de la manera correcta tienen el aspecto de esferas, cuando no lo están, se asemejan a cubos. Un nuevo estudio ha profundizado sobre los eventos tempranos involucrados en la conversión de la forma normal a la patológica.

Estos priones o proteínas mal plegadas que se hicieron tristemente célebres años atrás por la proliferación alarmante de casos del Mal de las Vacas Locas, contagiado a humanos en aquella época, son la causa de un grupo de enfermedades neurodegenerativas incurables, que incluye las encefalopatías espongiformes y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

El equipo de Giuseppe Legname, investigador principal del laboratorio de Biología de Priones, dependiente de la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados (SISSA, por sus siglas en italiano) de Trieste, Italia, ha presentado los resultados de un análisis detallado de los mecanismos tempranos asociados al mal plegamiento de las proteínas.

[Img #18116]
Estructura de la proteína priónica humana, en rojo, en un complejo con un nanocuerpo, en azul, usado para poder estudiar a fondo a los priones. (Imagen: SISSA)

Los priones son agentes infecciosos únicos. A diferencia de virus, bacterias, hongos y otros organismos patógenos, los priones no contienen ni ADN ni ARN. A pesar de su estructura aparentemente simple, los priones pueden propagar sus efectos patológicos como el fuego se propaga por un bosque durante un incendio forestal, "infectando" a proteínas normales.

La proteína PrPSc (la forma patológica de la proteína) puede inducir a la forma normal de la proteína (PrPC) a adoptar la configuración perniciosa y de este modo convertirla a su vez en un nuevo prión patógeno.

Por vez primera, el análisis hecho por Legname y sus colaboradores ha permitido develar detalles clave sobre los elementos estructurales causantes de la conversión, que conducen a la enfermedad. Con la ayuda de rayos X, los científicos de la SISSA analizaron priones sintéticos generados en el laboratorio aplicando un nuevo método.

Legname y sus colaboradores han constatado que el mal plegamiento se origina en una parte específica de la proteína que se conoce como región "N-terminal". La otra subunidad, llamada región C- terminal, presenta una estructura definida más claramente. La región N-terminal está más desorganizada, se conoce menos sobre ella y es la zona en donde ocurre el mal plegamiento asociado a la función patológica del prion. La configuración "holgada" de esta región N-terminal probablemente se traduce en una estructura dinámica que puede cambiar así la forma de la proteína
.http://noticiasdelaciencia.com/not/9514/el_origen_de_los_priones__como_se_crean_las_semillas_de_la_enfermedad_de_las_vacas_locas/

Los hongos pueden determinar el futuro del dióxido de carbono almacenado en suelos

Cuando los científicos debaten sobre el cambio climático global, a menudo se concentran en la cantidad de carbono que hay en la atmósfera y en la vegetación. Pero lo cierto es que el suelo contiene más carbono que el aire y las plantas combinados. Esto significa que incluso un diminuto cambio en el grado de almacenamiento del carbono en el suelo podría tener consecuencias importantes para la atmósfera de la Tierra y para el clima.

Una nueva investigación realizada por Colin Averill, de la Universidad de Texas en Austin, Adrien Finzi de la Universidad de Boston, ambas instituciones en Estados Unidos, y Benjamin Turner, del Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical (STRI) en Panamá, apunta hacia un inesperado regulador del contenido de carbono en el suelo: los hongos. Los hongos son los grandes olvidados en las mediciones y estimaciones que se han venido haciendo sobre la capacidad de los suelos para almacenar dióxido de carbono (CO2).

Lo descubierto en esta investigación sitúa a los hongos en primer plano de la problemática del CO2 y en el centro del debate científico sobre cuál es el modo más factible de aprovechar al máximo la capacidad de los suelos para retener a este gas de efecto invernadero.

En estudios anteriores, se llegó a la conclusión de que la degradación de los suelos, el clima y la productividad de las plantas eran los más importantes reguladores del contenido de carbono en los suelos. Sin embargo, lo descubierto ahora por Turner, Averill y Finzi, sugiere que la biología del suelo ejerce un papel aún más importante. Algunos tipos de hongos simbióticos pueden llevar a un 70 por ciento más de carbono en el suelo por unidad de nitrógeno. El papel de estos hongos no se ha tenido en cuenta en los modelos climáticos empleados para hacer pronósticos sobre el calentamiento global.

La mayoría de las plantas se asocian con hongos de un tipo beneficioso. En esta clase de relación, la planta aporta carbono al hongo, y éste le aporta ciertos nutrientes a la planta. Las relaciones de este tipo se pueden agrupar en tres grandes clases: Las micorrizas arbusculares, las ectomicorrizas, y las micorrizas ericoides. La más común es la micorriza arbuscular, que se da en el 85 por ciento de las familias vegetales, mientras que las micorrizas ericoides y las ectomicorrizas se presentan en unas pocas familias comunes.

[Img #18119]
Ejemplo de ectomicorriza: Un hongo asociado a las raíces de una cicuta. (Foto: Colin Averill)

Tras numerosas ejecuciones de modelos digitales con más de 200 perfiles de suelos de todas partes del globo terráqueo, los autores del nuevo estudio encontraron que los suelos con presencia de comunidades del tipo micorriza ericoide y del tipo ectomicorriza contenían un 70 por ciento más de carbono por unidad de nitrógeno que los suelos con comunidades del tipo micorriza arbuscular. El efecto es significativo a escala global, porque es independiente del rango común de valores en variables tales como la acumulación de biomasa, la temperatura, la precipitación y el contenido de arcilla de los suelos.

La marcada diferencia que hay en el nivel de carbono incorporado a suelos entre los ecosistemas con ectomicorrizas y micorrizas ericoides, y los ecosistemas con micorrizas arbusculares, se debe a la manera en que los hongos de cada tipo adquieren los nutrientes.

Los hongos de las comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas producen enzimas que les permiten acceder a formas orgánicas de nitrógeno que no están disponibles para los hongos de las comunidades micorrizas arbusculares. Al apropiarse de buena parte de la cantidad de nitrógeno que hay en la materia orgánica del suelo, los hongos de comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas limitan la actividad de los microorganismos que descomponen la materia orgánica muerta y que devuelven carbono a la atmósfera. Estos microbios dependen del nitrógeno, y cuando su acceso al mismo mengua por la acción de sus rivales los hongos, no pueden prosperar como lo harían con nitrógeno extra, y su actividad global en el suelo queda notablemente limitada. El resultado es que más carbono se conserva en el suelo.

Las comunidades micorrizas arbusculares no causan tantas restricciones a la actividad de los microbios que descomponen la materia orgánica. El resultado en este caso es que menos carbono se conserva en el suelo
.http://noticiasdelaciencia.com/not/9517/los_hongos_pueden_determinar_el_futuro_del_dioxido_de_carbono_almacenado_en_suelos/

Uso doméstico de fuego hace 300.000 años

Hace quizá tanto tiempo como un millón de años, el Ser Humano descubrió que el fuego podía ayudarle en algunas cosas, como por ejemplo para combatir el frío o para ahuyentar a las fieras.

Pero ¿cuándo empezó realmente a controlarlo y a usarlo de manera sistemática para sus necesidades cotidianas? Esa pregunta, fundamental para ayudar a determinar cuándo y cómo surgió la civilización humana, ha sido difícil de responder, y ha estado abierta a muchas controversias. Quizá ahora la respuesta definitiva esté más cerca de ser encontrada, gracias al descubrimiento hecho recientemente por un equipo de científicos en la Cueva de Qesem, un importante yacimiento arqueológico en Israel, de la evidencia inequívoca más antigua, con unos 300.000 años de antigüedad, de uso repetido de fuego durante un período continuo de tiempo. Este hallazgo no sólo ayudará a responder la anterior pregunta, sino que sugiere que esos humanos prehistóricos ya tenían una estructura social y una capacidad intelectual muy avanzadas.

Las excavaciones en la Cueva de Qesem comenzaron en el año 2000. El equipo lo encabezan Avi Gopher y Ran Barkai de la Universidad de Tel Aviv en Israel.

[Img #18117]
Fotografía de la cueva durante una fase de las excavaciones. La flecha apunta hacia la chimenea. (Foto: Instituto Weizmann)

Ruth Shahack-Gross, del Instituto Weizmann de Ciencia, en el mismo país, ha participado en esta investigación arqueológica desde que comenzaron las excavaciones. Ella recolecta muestras en el yacimiento arqueológico para un análisis detallado posterior en el laboratorio. Shahack-Gross, especializada en identificación de materiales arqueológicos, identificó un depósito grueso de ceniza de madera en el centro de la cueva. Usando espectroscopia infrarroja, ella y sus colegas pudieron determinar que, mezclados con las cenizas, había trozos de hueso y tierra que se habían calentado hasta temperaturas muy altas. Esto fue una prueba concluyente de que el área había sido el emplazamiento de una gran chimenea, en el sentido de espacio habilitado para hacer fuego en él de manera controlada y usarlo para cocinar y como calefacción.

Luego, Shahack-Gross analizó la micromorfología de la ceniza. Ella pudo apreciar señales claras de que la chimenea se utilizó repetidamente a lo largo del tiempo.

Alrededor del área de la chimenea, así como en su interior, los arqueólogos encontraron gran cantidad de herramientas de sílex que claramente fueron usadas para cortar carne. Por el contrario, las herramientas de sílex encontradas a pocos metros de distancia tenían una forma diferente y fueron diseñadas para otras actividades. También dentro y alrededor de esa área había una gran cantidad de huesos quemados de animales, una prueba más del uso reiterado del fuego para cocinar carne. Shahack-Gross y sus colegas han mostrado que esta organización de diversas actividades "domésticas" en diferentes partes de la cueva indica una organización del espacio, y por tanto cierto tipo de orden social, que es típico de los humanos modernos. Esto sugiere que la cueva era una especie de campamento base al que los humanos prehistóricos, esencialmente cazadores-recolectores, volvían una y otra vez
.http://noticiasdelaciencia.com/not/9515/uso_domestico_de_fuego_hace_300_000_anos/