La revista Nutrition ha publicado un estudio, realizado por
expertos de la Universidad
de Granada (UGR), en España, en el que analiza cómo influye el consumo de chocolate en los niveles de grasa
total (la grasa acumulada en todo su cuerpo) y central (abdominal).
Este trabajo, que desmonta la vieja creencia de que comer chocolate engorda,
tomó como
muestra a los adolescentes que participaron en el estudio HELENA (Healthy
Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence), que analiza los hábitos alimentarios de los jóvenes de nueve países europeos, entre ellos
España.
Los resultados, en el que participaron 1.458 adolescentes de entre 12 y 17 años, mostraron que un mayor
consumo de chocolate se asoció con niveles más bajos de grasa total y central, según lo estimado por el índice de masa corporal, el porcentaje de grasa corporal
(obtenido a partir de plicometría e impedancia bioeléctrica, dos técnicas de medición) y el perímetro de cintura.
Es importante destacar que estos datos fueron independientes del sexo, la edad,
la madurez sexual, la ingesta energética total, la ingesta de grasas saturadas, fruta y verdura,
el consumo de té
y café, y la
actividad física
de los participantes.
Como explica la autora principal de este artículo, Magdalena Cuenca García, aunque el chocolate está considerado como un alimento con un alto aporte energético (al ser rico en azúcares y grasas saturadas), “recientes estudios realizados
en adultos sugieren que su consumo se asocia con un menor riesgo de trastornos
cardiometabólicos”.
De izquierda a derecha, los investigadores Jonatan R.
Ruiz, Magdalena Cuenca García, Manuel J. Castillo Garzón y
Francisco B. Ortega. (Foto: UGR)
De hecho, el chocolate es un alimento rico en flavonoides
(especialmente catequinas), que proporcionan múltiples propiedades saludables: “Es un gran antioxidante, anti-trombótico y anti-inflamatorio, tiene efectos anti-hipertensivos y
puede ayudar a prevenir la cardiopatía isquémica”.
Asimismo, otro estudio de carácter transversal desarrollado en adultos por científicos de la Universidad de
California (EE UU) observó que una mayor frecuencia en el consumo de chocolate también se asocia con un menor índice de masa corporal. Además, estas cifras se confirmaron en un estudio longitudinal en
mujeres que siguieron una dieta rica en catequinas.
Según
los expertos, este efecto podría deberse, en parte, a la influencia de las catequinas sobre
la producción
de cortisol y la sensibilidad a la insulina, relacionados con el sobrepeso y la
obesidad.
Los científicos
de la UGR han
querido ir más
allá, y
analizar lo que ocurre con el consumo de chocolate en una edad tan crítica como la adolescencia. El
estudio contempla un número elevado de medidas corporales, una medida objetiva de la
actividad física
y un detallado registro dietético.
Los autores destacan que el impacto biológico de los alimentos no debe ser evaluado solo en términos calóricos. “Las investigaciones epidemiológicas más recientes están centrando su atención en estudiar la relación entre determinados
alimentos y los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, incluyendo el
sobrepeso o la obesidad”.
Con todo, los investigadores insisten en la necesidad de ser moderados en el
consumo de chocolate. “En cantidades moderadas, el chocolate puede ser bueno, como
ha demostrado nuestro estudio. Pero un consumo excesivo resulta, sin duda,
perjudicial. Como se suele decir: demasiado de algo bueno, ya no es bueno”.
Los científicos
apuntan que sus hallazgos “tienen también importancia desde el punto de vista clínico, ya que contribuyen a
entender los factores que subyacen en el control y mantenimiento del peso óptimo”. (Fuente: UGRdivulga)