martes, 7 de enero de 2014

El 40% de los parientes de personas con celiaquía está también en riesgo

Investigadores españoles aconsejan que se analicen y reduzcan la ingesta de gluten


La celiaquía es una enfermedad autoinmune de origen genético que se caracteriza porque quienes la sufren tienen intolerancia al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y la avena, entre otros cereales. No tiene, de momento, cura, y la única solución es una dieta. Pero aparte de los propiamente intolerantes al gluten, hay otras personas que tienen complicaciones. Y, de ellas, un grupo importante son los familiares directos (padres, hermanos, hijos) de los afectados, según publica en European journal of gastroenterology & hepatology un grupo de investigadores españoles dirigido por Santiago Vivas, del Hospital de León, que ha cifrado en un 40% de personas cercanas la incidencia de estos problemas que podrían considerarse menores. 
La conclusión del trabajo es que hay una gran cantidad de personas a las que el gluten daña sin llegar a la intolerancia total que supone la auténtica celiaquía. Estas personas suelen tener problemas digestivos o diarreas, por ejemplo, pero como no están diagnosticadas no saben cuál es la causa.
En este caso los autores del trabajo, en el que también han participado el departamento de Microbiología y el Instituto de Biomedicina (Ibiomed), ambos de la Universidad de León, aconsejan actuar preventivamente. Estas personas pueden llegar a tener daños irreversibles, por lo que este tipo de control puede servir de chequeo preventivo. Como en el caso de los enfermos, para ellos solo hay una solución (más complicada de lo que parece, no solo por los cambios de dieta sino por el precio de los alimentos específicos): que hagan una dieta libre de gluten.

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