viernes, 30 de octubre de 2015

Ausencia de minerales vitales en la dieta, ¿explicación al misterio de la extinción de los mamuts?

A finales del Pleistoceno, los mamuts del norte de Eurasia solían experimentar una carencia crónica de minerales esenciales, causada por cambios geoquímicos en su entorno que fueron promovidos por una profunda transformación abiótica de los ecosistemas en los que vivían.

Muy probablemente, esa carencia crónica de minerales hacía que sus cuerpos no pudieran disponer de las cantidades mínimas de ciertos elementos químicos esenciales. El resultado fue un deterioro de su salud que les condujo a la extinción.

Esta hipótesis ha sido impulsada por paleontólogos de la Universidad Estatal Nacional de Investigación de Tomsk (TSU) en Rusia, y se basa en una investigación a gran escala de 15 años de duración.

Científicos de todas partes del mundo intentan hallar las causas de la extinción de los representantes más destacados de la megafauna de finales del Pleistoceno, los mamuts. Existen dos teorías principales: cambios en el microclima y la presión antropogénica, y posiblemente un efecto simultáneo de ambos factores. También hay otras teorías mucho menos aceptadas sobre su extinción: enfermedades infecciosas o la caída de cuerpos celestes. Sin embargo, nadie ha prestado apenas atención a los cambios químicos del entorno donde vivió la especie Mammuthus primigenius, conocida popularmente como mamut lanudo o mamut de la tundra.

Investigando los restos de mamuts muertos, el equipo de Sergei Leshchinsky encontró en muchos casos señales obvias de ciertas enfermedades óseas y de las articulaciones.

La imagen muestra un fragmento de un cráneo de mamut investigado. (Foto: © TSU)


Estas enfermedades provocaban una alta tasa de traumatismos en los animales; sufrían esguinces y fracturas incluso con cargas muy bajas. Los mamuts con extremidades o columnas vertebrales rotas no podrían obtener comida en cantidades suficientes y no podrían seguir a la manada. Estos individuos morían pronto en manos de los depredadores.

Ante esta situación, la población de mamuts decreció hasta la extinción.

La conclusión de la investigación acarrea la fascinante posibilidad de que los mamuts, si hubieran obtenido cantidades suficientes de minerales esenciales en su alimentación, quizá habrían podido sobrevivir hasta nuestros días.

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