lunes, 19 de mayo de 2014

Barcelona guarda los genomas de 100.000 personas de todo el mundo

La ciudad es la nueva sede un gran archivo europeo de biomedicina

El superordenador donde se guardan los 100.000 genomas. / MASSIMILIANO MINOCRI
La información genética de 100.000 personas de todo el mundo descansa desde ayer en Barcelona. La capital catalana se ha convertido en la nueva sede del Archivo Europeo del Genoma-Fenoma (EGA), un fichero que almacena, en un superordenador con un millón de gigabytes de memoria, los genomas procedentes de más de 800 estudios de biomedicina de 200 centros científicos de todo el planeta.
El EGA, hermano de otro banco de datos similar ubicado en el European Bioinformatics Institute (EBI) de Londres, ha sido creado para almacenar la información genética utilizada en investigaciones internacionales y ponerla al alcance de toda la comunidad científica.
De izquierda a derecha, Jaime Lanaspa, Andreu Mas-Colell, Carmen Vela y Luis Serrano, ayer en la presentación del archivo del genoma. / MASSIMILIANO MINOCRI
Es una infraestructura necesaria para garantizar que los datos financiados con fondos públicos se almacenan de forma adecuada, se distribuyen ágilmente y se analizan exhaustivamente. Sus contenidos son fundamentales para maximizar los beneficios obtenidos de las inversiones en genómica”, explicó en la presentación oficial del archivo el jefe del equipo del EGA, Arcadi Navarro. El almacén garantiza que toda la comunidad científica pueda disponer de datos valiosos para desarrollar nuevos trabajos de investigación.
Genomas sanos o con fenotipos de enfermedades como cáncer, diabetes o patologías cardiovasculares, son algunos de los datos que almacena el superordenador. La mayor parte de los genomas está afectados con más de 50 enfermedades distintas de gran impacto en la salud pública.Hay disponible, incluso, datos genéticos de patologías psquiátricas.
Al tratarse de información confidencial —las personas que han donado sus datos han firmado un consentimiento conforme la concesión de la información es exclusivamente para fines científicos—, el archivo cuenta con altas medidas de seguridad. El equipo del EGA, formado por seis personas, analiza cada una de las solicitudes de información que recibe a través de su web antes de compartir los datos genéticos. Si aceptan la solicitud, los coordinadores del EGA envían los links para acceder a los datos requeridos a través de un correo electrónico y, por correo postal, hacen llegar a los usuarios una contraseña para que pueda acceder a la información solicitada. La respuesta a las peticiones pueden tardar un mes.
En lo que va de 2014, el EGA, que está gestionado por el Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG), recibió más de 20.000 peticiones de 5.000 usuarios diferentes. “Sin duda esta iniciativa va a crear empleo de hipercalidad y contribuirá a aumentar nuestra presencia en el mundo científico”, auguró Jaime Lanaspa, director general de la Fundación La Caixa, que también participa en la financiación del proyecto.

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