La investigación denota pues que los bebés pueden familiarizarse con un juguete a partir de una foto de él, antes de cumplir el año de edad y de tener desarrolladas someramente otras habilidades intelectuales.
Los resultados del estudio avalan, incluso más allá de lo asumido previamente, el gran valor didáctico de los libros de fotos para niños muy pequeños. Gracias al contenido gráfico de estos libros, los bebés son capaces de aprender cosas sobre el mundo real de manera indirecta, sin tener necesariamente que estar primero ante cada objeto físico retratado.
El equipo de investigación, integrado por especialistas de la Royal Holloway (Universidad de Londres), en el Reino Unido, y la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos, familiarizó a 30 bebés de 8 y 9 meses de edad con una foto de tamaño natural de un juguete durante un minuto. Los niños fueron entonces colocados ante el juguete real de la imagen y uno diferente, y se observó cuál alcanzaban primero.
Los experimentos se han realizado en este laboratorio de conducta para bebés, preparado en el Departamento de Psicología de la Royal Holloway. (Foto: Royal Holloway, Universidad de Londres)
En un experimento, el equipo de Jeanne Shinskey puso a prueba la capacidad de los bebés para reconocer, de entre otros objetos, al juguete del que habían visto antes una fotografía. El experimento se hizo manteniendo a ambos objetos visibles, llamando la atención de los niños hacia los juguetes y después colocándolos dentro de cajas transparentes.
En otro experimento, se puso a prueba su habilidad de formarse una idea mental prolongada del juguete que antes habían visto fotografiado, ocultando a éste y al otro objeto, llamando la atención de cada niño hacia los juguetes y después colocándolos dentro de cajas opacas.
Cuando los juguetes eran visibles en contenedores transparentes, los bebés se movían hacia el que no habían visto fotografiado, lo que sugiere que habían reconocido el juguete retratado y lo habían encontrado menos interesante que el nuevo juguete porque había perdido su carácter novedoso. Pero cuando los juguetes estaban ocultos en contenedores opacos, los bebés mostraron la preferencia contraria: Se dirigían más a menudo hacia el juguete que habían visto en la foto, lo que sugiere que se habían formado una idea mental prolongada sobre él.
Estos hallazgos muestran que una exposición breve a una fotografía de un juguete afecta a las acciones de los niños ante el juguete real en cuanto alcanzan los 9 meses de edad. También demuestra que la experiencia de contemplar fotos de objetos puede fortalecer las ideas de los bebés sobre un objeto, de manera que pueden mantenerlas después de que el objeto desaparezca, o sea que aunque esté fuera de su vista, pueden recordar su aspecto visual e identificarlo
.http://noticiasdelaciencia.com/not/10258/a_los_9_meses_de_edad__los_bebes_ya_reconocen_objetos_por_haberlos_visto_en_fotos/
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