¿Los
videojuegos violentos como el "Mortal Kombat", el "Halo" o
el "Grand Theft Auto" pueden convertir a adolescentes con síntomas de depresión o de dificultad en prestar
atención (como
es el caso del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) en matones de escuela o delincuentes
violentos? No, según
Christopher Ferguson de la Universidad Stetson en Florida, Estados Unidos, y
Cheryl Olson, investigadora independiente del mismo país, quienes han publicado los resultados de su estudio en la
revista académica
Journal of Youth and Adolescence, de la conocida editorial Springer.
De hecho, los investigadores encontraron que jugar a esos videojuegos tenía en realidad un leve efecto calmante en jóvenes con síntomas de Déficit de Atención y ayudó a reducir su agresividad.
Ferguson y Olson estudiaron a 377 niños estadounidenses con un promedio de edad de 13 años, de varios grupos étnicos, y que tenían déficits de atención o síntomas depresivos clínicamente elevados.
De hecho, los investigadores encontraron que jugar a esos videojuegos tenía en realidad un leve efecto calmante en jóvenes con síntomas de Déficit de Atención y ayudó a reducir su agresividad.
Ferguson y Olson estudiaron a 377 niños estadounidenses con un promedio de edad de 13 años, de varios grupos étnicos, y que tenían déficits de atención o síntomas depresivos clínicamente elevados.
Los videojuegos violentos no vuelven más
agresivos a jugadores adolescentes con ciertos problemas psicológicos.
(Imagen: Recreación artística por Jorge Munnshe en NCYT de Amazings
El estudio es importante a la
luz del debate público
existente acerca de si los videojuegos violentos pueden o no impulsar la
conducta agresiva entre los jóvenes, especialmente entre aquellos con problemas de salud
mental preexistentes, conduciendo así tales videojuegos a una mayor incidencia de acoso escolar,
peleas físicas,
agresiones físicas
e incluso homicidio. A menudo en los medios de comunicación se invoca la condición de jugador de un videojuego
violento en alguien que ha perpetrado una masacre indiscriminada a balazos,
para establecer un vínculo
entre su faceta de pistolero ficticio y la de pistolero real. Pero muchísima gente juega con
videojuegos violentos y no son personas violentas.
En definitiva, los resultados de la investigación realizada por Ferguson y Olson no coinciden con la creencia popular de que los videojuegos violentos incrementan la agresividad en adolescentes que tienen una predisposición a ciertos problemas de salud mental.
En definitiva, los resultados de la investigación realizada por Ferguson y Olson no coinciden con la creencia popular de que los videojuegos violentos incrementan la agresividad en adolescentes que tienen una predisposición a ciertos problemas de salud mental.
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